Ayer, 7 de Mayo llegó Farándula.
Coincide con el cumpleaños de Evita.
Así que es perro descamisado. Como debe ser.
Le puse Farándula, y la mujer que lo encontró en la calle es una periodista de la revista Pronto.
Mejor no puede ser.
Anoche durmió conmigo.
Él, más relajado que yo.
Es cariñoso, da besitos y se acuesta boca arriba para que le mime el pecho y la pancita.
Eligió el sofá para descansar mientras trabajo en el escritorio.
Me dicen que tiene 4 años.
Que es más o menos el tiempo que hace que quiero adoptar. Cambiarle la vida a un perrito que la pasó difícil al entrar a la vida.
Estamos felices.
Mañana iremos al veterinario.
Y veremos como está.
Andrea le notó que tiene una manchita en el ojo.
Hoy cuando volvió del paseo matinal.
Comió y fue directo al sofá a sacarle una siesta.
Mi primer matrimonio fue con Silvia Zotta. Vivíamos en un pequeño departamento en el barrio de Caballito y a pesar de no tener un centavo fue, para ambos, un período de mucha creatividad.
Aunque nuestras disciplinas no se cruzaban, compartíamos una mirada ácida y profunda. Sin envidias, nos inspirábamos uno del otro, casi como hermanitos degenerados.
El conjunto de retratos que conforma la primera parte de este archivo, nació de una sesión fotográfica que realicé para mi brevísima carrera como actor.
Y el segundo ciclo, bautizado “Reunión de los domingos“, fue destinado al entrenamiento del gesto y la velocidad. Muchos de estos ejercicios resultaron ser bocetos para futuras esculturas. Porque Silvia será recordada siempre como ceramista.
Cuando nos separamos se fue a vivir a Italia, donde realizó la mayoría de sus trabajos. Recibió premios y con sus obras recorrió Europa y Asia. Cada vez que regresaba a Buenos Aires no dejaba de visitarme en el pequeño departamento en el barrio de Caballito, donde aún vivo.
El modelo automotor de la compañía Ford, que ingresó al mercado en 1957 como “vehículo para toda la familia”, empezó a fabricarse en Argentina cinco años después y alcanzó records de ventas.
En un comienzo fue utilizado por la policía y mas tarde, en la década del 70, como móvil de los grupos represivos paraestatales. Además de convertirse en uno de los íconos del terrorismo de Estado por su utilización en operativos de secuestro y desaparición de personas durante la dictadura militar, el Falcon simboliza la complicidad civil en ese proceso represivo.
En julio de 2014, con el Estado nacional como querellante, comenzó el juzgamiento a tres ex directivos de la empresa por su intermediación en el secuestro y la desaparición de al menos 25 delegados de la fábrica de Pacheco entre marzo y agosto de 1976.
En la instalación “Autores Ideológicos” –que se exhibe en el hall del Conti- Javier Bernasconi, Omar Estela, Marcelo Montanari, Marcela Oliva, Luciano Parodi y Margarita Rocha presentan un Falcon desarmado, pintado de blanco y resignificado como obra de arte.
Con María Ines, Cecilia y Lucía.
Premio Eduardo Pavlovsky a Cecilia Rossetto.
Reconocimiento de la Secretaría de Derechos Humanos.
Fotografías: Ana María Ferrari.
Por sugerencia a mano armada de mi médico, debo salir a caminar.
Confieso que no resulta ser la tarea más estimulante que transito -nunca mejor dicho-. Así que esquivando contemporáneos y baldosas flojas decidí sumar un objetivo a la rutina.
Como quién abandona pistas en un crimen, a partir de hoy, iré soltando ejemplares de mis libros, con la petulante intención de encontrar lectores.
Donde la impudicia me lo permita, dejaré la carnada.
Coordenada de hoy: Calasanz y Pedro Goyena.
Harta de requisitos, Cenicienta se ha vuelto zapatera.
Dumbo hoy es afinador de pianos.
Daisy fue nombrada empleada del mes en el Mc Donald de Constitución.
Y Pinocho puso una playa de estacionamiente.
Paturuzú almuerza con Luciano Benetton.
Gasparín se pegó un palo con la moto, y ya no está entre nosotros.
Por sugerencia a mano armada de mi médico, debo salir a caminar.
Confieso que no resulta ser la tarea más estimulante que transito -nunca mejor dicho-. Así que esquivando contemporáneos y baldosas flojas decidí sumar un objetivo a la rutina.
Como quién abandona pistas en un crimen, a partir de hoy, iré soltando ejemplares de mis libros, con la petulante intención de encontrar lectores.
Donde la impudicia me lo permita, dejaré la carnada.
Coordenada de hoy: Bacacay esquina Hidalgo.
Por sugerencia a mano armada de mi médico, debo salir a caminar.
Confieso que no resulta ser la tarea más estimulante que transito -nunca mejor dicho-. Así que esquivando contemporáneos y baldosas flojas decidí sumar un objetivo a la rutina.
Como quién abandona pistas en un crimen, a partir de hoy, iré soltando ejemplares de mis libros, con la petulante intención de encontrar lectores.
Donde la impudicia me lo permita, dejaré la carnada.
Coordenada de hoy: Café Havanna. Hidalgo y Arengreen.
Mi formación artística ha sido esencialmente delante de un televisor. Así es. Blanco y negro. Con 4 canales. Que al girar la perilla del volumen, te pateaba. Ya no como sofisticada metáfora comunicacional, sino como pequeña y sádica descarga eléctrica que te dormía la mano durante los segundos que duraba la puteada.
En las parcelas de mi memoria, destino un sitio privilegiado al Paseo de la Fama que construí durante años, sentadito en el living de José María Moreno acorazado por chizitos y Fanta Naranja, mientras mis hermanos jugaban al fútbol.
En este museo, las figuras de cera no son las divas y ni los superheroes, sino mi infancia. Aquí mi primera novia fue “La Mujer Maravilla”. Después llegaron la Señorita Peel de “Los vengadores”, y la tenista profesional que por accidente en paracaídas debió recibir reemplazos biónicos en ambas piernas, brazo derecho y oído derecho autorizado por Oscar Goldman. Después vino “Magnum”, y entendí todo.
Como un biólogo que que entre cristales colecciona libélulas y alas de mariposa, comparto mi privado y horroroso gabinete de obsesiones.
Para ver la colección completa, podes seguirme en los incipientes canales de TikTok y Youtube que llevan mi nombre. Eso me ayudaría mucho.
Por sugerencia a mano armada de mi médico, debo salir a caminar.
Confieso que no resulta ser la tarea más estimulante que transito -nunca mejor dicho-. Así que esquivando contemporáneos y baldosas flojas decidí sumar un objetivo a la rutina.
Como quién abandona pistas en un crimen, a partir de hoy, iré soltando ejemplares de mis libros, con la petulante intención de encontrar lectores.
Donde la impudicia me lo permita, dejaré la carnada.
Coordenada de hoy: Hidalgo y Díaz Vélez.
Por sugerencia a mano armada de mi médico, debo salir a caminar.
Confieso que no resulta ser la tarea más estimulante que transito -nunca mejor dicho-. Así que esquivando contemporáneos y baldosas flojas decidí sumar un objetivo a la rutina.
Como quién abandona pistas en un crimen, a partir de hoy, iré soltando ejemplares de mis libros, con la petulante intención de encontrar lectores.
Donde la impudicia me lo permita, dejaré la carnada.
Coordenada de hoy: Escuela Nro. 8. Antonio Schettino, es decir mi Escuela Primaria.